Las placas de horno de acero son una nueva alternativa y un buen complemento para su colección de piedra para horno. Tanto los aceros como las piedras son excelentes para pizza, pan, pasteles o cualquier otro producto horneado. Eliminan los puntos calientes durante la cocción y producen una corteza dorada uniforme. El acero para hornear es óptimo porque el metal conduce el calor mejor que la piedra y almacena más calor por unidad de volumen que la piedra; ambas características clave para crear una pizza que cocine tanto ligera como crujiente. En un horno a 500 F, un acero para hornear se estabilizará a alrededor de 450 F debido a las propiedades de radiación del acero. Proporciona calor constante incluso cuando lo absorbe, causando que se estabilice a una temperatura ligeramente más fría que el aire a su alrededor. A pesar de que el acero es más frío que una piedra, es muy superior a la transferencia de energía a lo que se coloca encima. Dos métodos sugeridos para cocinar con una pizza de acero son: Acero y piedra: Coloque un plato de horno de acero con pizza en la rejilla inferior del horno mientras coloca una piedra para pizza en la rejilla superior unas pulgadas más arriba para obtener una corteza perfectamente crujiente. El calor radiante de la piedra ayudará a dorar la corteza superior y cocinar las coberturas como el calor ambiente elevado de un horno de pizza. Acero y pollos de engorde: coloque la pizza de acero en un estante colocado directamente debajo de la parrilla de su horno. El acero para pizza logrará una corteza perfectamente crujiente, mientras que el calor directo del asador dorará la corteza superior y cocinará las coberturas.